El analista Juan Manuel Uberti, de Grassi SA, coincidió en que la expectativa de alta producción en EE.UU. es el principal motor de las bajas. “En EE.UU. las expectativas de una producción abundante siguen vigentes y se refleja en los precios la expectativa de una mayor oferta disponible. Asimismo, también un acuerdo entre China y Etiopía para recibir importaciones de harina de soja por parte del gigante asiático impacta en las cotizaciones del mercado norteamericano”, explicó.
En el caso del maíz, los fundamentos bajistas son similares. “Opera a la baja con fundamentos similares a los de la soja, con la producción de EE.UU. en la mira. El dólar en alza afianza la caída del cereal”, agregó Uberti. En el trigo, la cosecha estadounidense muy avanzada y la posibilidad de una producción mayor a la estimada también presionan las cotizaciones, junto con una novedad desde el Mar Negro, detalló: “La baja de aranceles para la exportación de trigo en Rusia proporciona expectativas alcistas a la producción del cereal en el país a futuro”.
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