Con la llegada de esta época del año, muchos productores comienzan a evaluar la necesidad de liquidar parte de sus tenencias para generar flujo de caja que les permita afrontar deudas o cubrir gastos corrientes. Esta situación invita a reflexionar: ¿qué conviene vender hoy, maíz o soja
Analizar las cotizaciones recientes de ambos cultivos puede brindar indicios clave para tomar una decisión. Para quienes están considerando si les resulta más conveniente desprenderse del cereal o de la oleaginosa, los datos actuales parecen inclinar la balanza a favor de vender maíz.
El maíz presenta una posición relativa muy favorable respecto a la soja si observamos los precios actuales. Sin embargo, esta relación no se sostiene en las posiciones futuras, donde el mercado no convalida esa ventaja y, desde una mirada fundamental, los argumentos parecen beneficiar más a la soja.
Actualmente, el ratio de precios pizarra se encuentra en 68%, es decir, el valor de una tonelada de maíz equivale al 68% del valor de una tonelada de soja. Este número está claramente por encima del promedio histórico, que ronda el 57%.
Más allá del comportamiento del mercado, los fundamentos también aportan señales claras. En el plano internacional, las decisiones de siembra de los productores estadounidenses apuntan a una oferta abundante de maíz, lo que elevaría los ratios stock/consumo y, en consecuencia, presionaría a la baja los precios del cereal.
En cambio, la soja muestra un panorama opuesto: menor superficie sembrada respecto al año anterior, menor oferta y una consecuente reducción en los ratios stock/consumo, lo que podría sostener o incluso mejorar su precio.
A nivel nacional, el maíz también enfrenta factores bajistas. Se espera una buena cosecha de maíz tardío en los próximos meses, por lo cual los precios aún podrían sufrir la llegada de la oferta total (queda mercadería por ingresar) y una oferta récord proveniente de Brasil para esos mismos meses (junio-julio-agosto) lo que incrementará la disponibilidad del cereal en el mercado. En cambio la soja, sobre fines del mes corriente, ya estaría prácticamente cosechada y almacenada y esto se deja ver en la tira de precios futuros, con ascensos o precios firmes hacia adelante.
Finalmente, el factor exportador también juega un rol clave. Si se analiza la capacidad de pago del sector exportador, se observa que esta muy cercano a los precios del mercado en el caso del maíz. Por lo tanto, el margen para mejorar el precio pagado por el maíz es muy limitado. En contrario, lo que ocurre con la soja, es que los valores de mercado, están por debajo del FAS Teórico de la industria. Así, habría mayor margen para pagar más por tonelada en caso de necesitar originar y esto podría dar lugar a una mejoría en los precios de la soja.
Por Pablo Garnero, pasante Dpto. Análisis de Mercados.